lunes, diciembre 18, 2006

Las aspiraciones de la colectividad

Es mi Raza. No sé cuándo surgió su significante, pero desde los ’90 hasta el ocaso aliancista se distinguió en uno solo los dos cursos del río: el progresismo blanco, el progresismo negro. Claro, el Blanco, es el que cree que el apego a las mejores y transparentes formas republicanas, a la calidad institucional, promete una inercia regular que podrá llevar al paraíso a la clase universal. Ahí podemos ubicar, hoy, al ARI (aunque ya hablaremos de sus movimientos internos, demasiado interesantes sus dilemas, en fin). Después tenemos al Negro que –es comprobable- nace con olor a Organización Social, a “resistencia de los ‘90”, y del margen izquierdo de la pasta base peronista, y que –cómo olvidarlo- en la fábrica Volcán, en pleno 2001, el cura patentó como forma de acumulación al pedo en el Polo Social. Cuando escribían en las paredes “El país tiene cura”. Cuando Piero cantaba en las gradas: “Para el Polo lo que es del Polo/ porque el Polo se lo ganó…”. Y compartían el trago, nenes como Vaca Narvaja, Coronel Obeid, Jorge Reyna, Herminio Iglesias, etc. (Emilio estaba en el monte, esperando el pase a la legalidad). Pero aún así, el Progresismo Negro hasta el 2002 estuvo enlazado a la suerte del Blanco. Se sabía y se sabe que el "voto popular" está capturado en la Iglesia pejotista para siempre, pero ese hueso duro de pobres y promesas estaría virtualmente cerrado a la imaginación política argentina (y así debe ser en el mundo): lo político sucede en los bordes iluminados de la masa. El Frepaso, ya sé, escapa un poco a esto, era un embrión mestizo, pero no sé, ató su suerte al radicalismo, y no tengo distancia crítica, lo imagino como la última olita que llega desde que Perón echó a la clase media de la plaza.

Pero estos dos Polos Progresistas sufrieron su separación (esta es mi flaca idea) a partir de la normalización democrática, eso que celebramos en estos días. Sí, no había dialéctica ni tela para mucho mas, y ese fue el drama que entendió Chacho. Un político no es alguien que piensa en voz alta, se dijo para siempre, en la cabina térmica del Mercosur. Y lo dijimos como verdad de la democracia: el peronismo es el único progresismo posible. Aunque sería justo reconocer que hubo/hay momentos geniales de mestizaje por fuera de él, como es el ejemplo sentimental de Morón, al que HAL nos quiere noblemente afiliar. Pero es la excepción que confirma que ese problema es la regla, nuestra menstruación política. Y Kirchner en su lealtad a Ishii, quiso emblematizar ese mestizaje corriéndolo al corazón vacío e intenso del Partido, con las escasas herramientas de un presidente al que Lilita acusa de usar no mas de 200 palabras.

Todo esto lo pensaba mientras leía los restos finales de las dos P. Sí, solo Mario justifica los 3,70; sí, el esfuerzo de cristalizar en el alma blanca su divorcio definitivo con la negra que practica la otra P, justifica la otra mitad del gasto.

La frase: el kirchnerismo es un tacticismo atado a principios.
El autor: Nun.

Hoy a ella le crece la panza. Que no te cierren nunca.

8 comentarios:

Unknown dijo...

El ejemplo de Morón (al que no estoy afiliado) es material, no sentimental.
Sentimental es esa versión del peronismo.
Y sí, la idea de los Polos Progresistas es flaca, flaquita, flaquísima, casi un palo, raquítica, al borde la inanición.
Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

cuál versión??

Anónimo dijo...

cuál versión??

Anónimo dijo...

Sentimentales somos todos, Hal. Si no estaríamos haciendo lobby para una empresa de servicios y hablando de política en serio: de cómo se corta el bacalao, y no el bacalao de la redistribución del ingreso y del capital social, sino el apestoso, el jugoso, el carnoso que se corta todos los días al margen del conocimiento del pueblo o de la ciudadanía.

defecto föhn dijo...

las ganas de cagar que me dan cada vez que leo la palabra "pueblo".

Unknown dijo...

“Sentimentales somos todos”, qué lindo título para un talk show.
Maia, si no estamos haciendo lobby para una empresa de servicios es por imposibilidades fácticas o incompatibilidades ideológicas. Y lo del bacalao es producto del peso de las batallas perdidas. ¿Qué sentimientos? Parece que con la edad te estás ablandando (ojo, dicho con el respeto y la admiración que un grosso como vos se merece).

efecto: será un problema de esfínteres, fijate.

Fede Vazquez dijo...

a mi me gusto la frase de Nun, cuando leo esas cosas le encuentro rol a los intelectuales: eso de ser capaces de volver sintesis lo que uno tiene armado en forma de intuición. A todo esto, ¿quien puede hacer política si no es desde (algun) "sentimentalismo"?. Hal: lo de "imposibilidades facticas o incopatibilidades ideológicas" es muy feo, mas viniendo de vos. Desde el militante nazi al campesino sandinista, todos hacen política con el corazón. Saludos.

Anónimo dijo...

Sí, me hago viejo y a ratos me pongo chocho, a ratos me pongo cínico. Pero de verdad, Hal, no encuentro diferencia, digamos , estructural entre conmoverse con la metáfora de Juan Moreira y conmoverse con la "materialidad" de la exitosa gestión municipal de Zavatela. Efecto no sé qué: tenés ganas de cagar porque tenés la cabeza llena de mierda. Cambiá de droga.