martes, mayo 25, 2010

Fragmentos a su imán

Es como dice Tomás: si tenés dudas sobre tu identidad poné TN. La cobertura de la reinauguración del Colón fue otro aporte directo a construir ese sólido 40% que necesita el kirchnerismo, el país y el G-20. A ver, muchachos, si la gente salía de "semejante evento" emocionada, después de oír el 2do acto de La Bohème, digo, ¿no?, para gente que cree que eso es toda la Cultura, ¿cuánto tenían para decir "sobre el faltazo" de la Presidenta? Era más o menos tan desubicado como ir a juntar firmas a la salida del 5 a 0 a Canadá en solidaridad con Toti Pasman. No daba. (Entre paréntesis: ¡qué zalipa le dieron a Toti Pasman entre Burruchaga, Ruggieri y el Chino Tapia, jugador estrella de mi infancia. Lo verduguearon haciendo gala de la corporación maradoniana en un momento donde poner palos en la rueda es crimen de lesa humanidad.) Ahora, dos digresiones: 1) lo vi a Ibarra sonriente a la salida del Colón, tan demostrativo de su "calidad institucional" y de repente se me representó Ibarra como un Zanetti, es decir, un "buen jugador", pero símbolo de demasiadas derrotas juntas, o sea, está afuera Ibarra de la selección de 23 políticos con que ir a un mundial; 2) "Pepe" Mujica entiendo que vive su llegada al Poder Oriental más o menos como la vivió -según Clint Eastwood- Mandela, o sea, con esa (demasiada) conciencia realista que resignifica los gestos y los adhiere a un plano simbólico donde dialogan con su pasado de izquierda. Cuando Mujica habló a la salida, tuvo que decir qué hacía ahí y ubicó en su "padre proletario" el símbolo de la reconciliación de su presencia, en esa versión de obrero clasista, inmigrante y culto que oía óperas. Esa versión de la aristocracia obrera también contribuía a que en el Colón se celebrara algo parecido más al Centenario que al Bicentenario: la decadencia de un régimen que se celebra a sí mismo. En fila: Puerta, Cobos, De la Rúa, Nosiglia, Das Neves... El contraste era evidente entre las dos fiestas, porque a metros de ahí La Sole calentaba la olla, y TN tuvo que migrar su transmisión a la espera de las 12, con el poncho revoleado y la gente al rojo vivo. Pero minuto antes de pasar su transmisión del Colón al escenario tuvo a una de las últimas entrevistadas en la escalera: ¡Inés Pertiné! La pregunta sería: ¿por qué TN no hizo más que subrayar el contraste? ¿Por qué no se privó ni del cadavérico Carlos Grosso para un hecho cuyo peso específico era suficiente (¡se reabre el Teatro Colón!) y alcanzaba para después ir al testimonio directo de "la gente", a ver cómo vivió la reapertura de ese símbolo? Claro, hay un problema: fue un acto demasiado exclusivo, y era condición ineludible porque al Colón es imposible hacer entrar a todos, y el "afuera" del Colón era ese río de personas que surcaban la 9 de Julio y que, esta vez, ostentaban alrededor de otro escenario aquello que TN hasta hace poco creía patentados: los símbolos nacionales.

12 comentarios:

Mishíguene kop dijo...

Pero si la Boheme es una ópera proletaria, qué tanto. Además que los jueguitos de luces y el movimiento psicodélico del mausoleo era más popular que Tinelli. Con eso le digo todo. No va a faltar algún coso que se le ocurra jugarle una broma pesada a la presi y contrate a la empresa que hizo vibrar la estructura del Colón para hacerle creer que se está produciendo un terremoto en la Casa Rosada.

Marta dijo...

Denigraron al pueblo adjudicándose la entrada principal del teatro y dejándonos el cólon del Colón para proyectar una especie de limosna cultural. Puajj!

A.C.Sanín dijo...

Supongo que, a veces -pese al dominio que tienen sobre la escena-, se equivocan. Y polarizan mal. Creo que están desbordados por la irrupción de la gente en la calle y se refugiaron (con Macri) en el Colón. Y sí: el río de personas, una multitud atenta a Palavecino y Soledad, les disputó (con éxito) la apropiación de los símbolos de la Patria.

edludd dijo...

Coincido, américa noticias también se dedicó a "lateralizar", ante cada invitado que salía del Colón, la pregunta por el "faltazo" de la presidenta y de cómo este bicentenario nos encuentra "desunidos". Suponían corrección política cuando algunas respuestas fueron de fastidio.

Lilibet dijo...

Están rodeados... Feliz Bicentenario!

desparejo dijo...

Lindo el título!

Anónimo dijo...

¿Por que TN los tenia patentados?

Achicoria dijo...

Terrible error: ni en política, ni en comunicación, puede ignorarse lo simbólico. Menos aún, regalar tan fácilmente una metáfora a quienes están en la vereda de enfrente.
Aventuro que quizás (sólo quizás), existen concepciones tan arraigadas que se invisibilizan, aún a la hora de idear una estrategia. La administración macrista, desde su primer día, ha asimilado lo cultural a la "alta cultura", sectaria y elitista. La reapertura del Colón, tal como fue planteada, no es más que un claro ejemplo de ello.
Entiendo que la presencia de figuras de la talla de Susana Giménez, Luis Majul o Ricardo Fort es difícilmente asimilable a una cultura de elite. Sin embargo, considero que la lógica es la misma: quienes tuvieron acceso al acto fueron los privilegiados que también tienen acceso a muchos otros espacios que son vedados a la mayoría.
Por lo demás, coincido con tu post. Me pareció excelente.
Saludos!

Mishíguene kop dijo...

Igual, si te ponés a ver con el cuentaganado a muchos de los que vimos entrar ayer al Colón los vimos entrar hoy a la cena de gala, un lugar tan exclusivo y elitista como el Colón, ¿o no?
Por otra parte que querías que hicieran con el Colón, que es eso justamente, un símbolo: ¿qué lo dejaran caerse en pedazos como hicieron los milicos del Proceso con el Teatro Argentino de La Plata, que en vez de reconstruirlo después del incedio lo demolieron?

Martín dijo...

Mishígene: creo que leíste mal el post. Pero... ¿te parece que es lo mismo una cena de gala, que es un canto al Protocolo, que el modo único que eligió el gobierno porteño de festejar el bicentenario?

Mishíguene kop dijo...

Ir al Colón (que aclaro que nunca pisé) sería algo así como un protocolo cel canto, una sublimación del conservadurismo. Tampoco se puede pretender la duplicación del carnaval. No todo puede ser carnaval porque si existiesen dos propuestas similares de carnavales paralelos se anularían entre ellas. ¿Cuál sería el sentido? Si se trata de marcar que el PRO es mucho más elitista que cualquier otro partido burgués, te lo concedo. Tampoco hace falta marcarlo con fibra indeleble. La huella del crimen del snobismo está a la vista. Pero cuánto más snob resulta que los snobs se trasformen en su opuesto casi complementario. Si Ricki Fort se viste de obrero dos veces snob se queda.

Martín dijo...

Mishígene... ¿qué es lo que querés discutir? Tá bien, sí, qué querés, yo no te digo que pasee a Los Mocosos de Liniers por avenida Alvear, digo: fue poco, fue cerrado, fue para pocos. Es menos que la política cultural progresista. Y fue solamente-eso. Punto.