lunes, febrero 01, 2010

¿Por qué las cadenas son actos? ¿Por qué las cadenas son actos políticos a los que son invitados los televidentes para que aprecien esa demostración de fuerzas? ¿Por qué un televidente u oyente de la cadena no es parte sino testigo del mensaje oficial?, ¿por qué el televidente u oyente no cierra el círculo y se siente receptor de una emisión preparada para él? ¿Por qué no hay más cadenas con un silloncito cómodo, un velador encendido, un cono de la administración estatal de pronto armado para la ocasión? ¿Tanto hace acordar al estado de sitio aliancista, al temblor de los llamados a la plaza de Alfonsín? ¿Por qué las cadenas se parecen más a la continuidad de la guerra mediática, a enrostrarle a un señor que mira desde un dormitorio cableado de un gran hotel gastronómico que están todos, que están los gobernadores, los intendentes, los diputados, los senadores, los sindicalistas, las madres, las abuelas, los hijos, los nietos? ¿Por qué la cadena es un Haka? En fin, no digo "todas las cadenas oficiales", no digo cuando se hacen anuncios que comprometen la vitalidad de un sector y donde previsiblemente debe estar visible ese sector, pero como concepto de fondo: ¿no es la cadena un momento directo? La imagen romántica de la cadena no supone que todos paran a oír, que todos ponen el auto en la banquina para oír lo que se tiene para decir. No hay lugar común más legítimo y más trillado que éste: el problema del gobierno es la comunicación, el estilo. Forma parte de la fe ciega de los creyentes acerca de a qué echarle la culpa cuando se tiene que explicar la caída de la popularidad: ¿cuál es la razón para que tan buenas políticas no tengan popularidad? ¿Por qué una política popular no es popular? El nombre de ese maleficio es previsible y ha sido objeto de muchas zancadillas notables: desde el fulbito pa’ todos hasta la ley de medios. La comunicación está minada, y hacerle daño a su comité central asegura lo que ya se aseguró: que para todos lo esté. Digamos: el gobierno embarró totalmente la cancha, e hizo bien. (O sea: vendrá la nueva ley sobre tierra arrasada y construirá el paraíso crítico que nos merecemos. Pero lo peor que se puede hacer sobre una ley es cargarle excesivas expectativas, sobre todo, políticas. La ley de medios siempre me sonó a que una parte de ella nacía de un malestar minoritario sobre el estado de las mayorías. Algo así como una ley moral, moralista, moralizante, una ley 'mala onda', una ley que se hace en nombre de, aunque después a su nombre no se pueda hacer mucho más, como los Pueblos Originarios. Pero es una ley que dice que el mapa es mas grande, es una ley contra el capitalismo real. Y hay que seguir defendiéndola.) Ahora bien: lo otro, lo más jodido, es aquel aspecto de la comunicación que hace más al ‘estilo’: hay algo en la personalidad, en la psicología, en los modales, en el modo de corregirse el flequillo, de atarse el pelo, de cruzar las piernas, de jugar con la pulsera y los anillos, de vestir, de mirar mientras alguien hace una pregunta, de caminar hasta un estrado, de sonreír, etc., que no hace a nada más que a mostrar la punta de un iceberg de una psicología que de pronto se vuelve totalmente expresiva de algo. Del poder. De un poder. Del poder político. ¿Pero se miró alguna vez a los ojos? Quiero decir: ¿se miró a la cámara y se dijo lo que se iba a hacer para que la crisis no la sufran los más humildes, por ejemplo? Cuando se dice ‘pueblo, sociedad o gente’, y ya aparece escenificado de un modo tan preciso (madres de plaza de mayo, CGT, organizaciones sociales, intendentes, etc.), se afirma una representación, porque el discurso se hace mirando a esos y viendo en ésos a los otros, a los millones de terceros en discordia. Y esa representación consumada es una de aquellas cosas por las que la televisión después (antes y después) ejerce la suya sobre la gente al natural que no reúne toda esa densidad histórica. Que no cayó del cielo, claro. Cadena es hablarle al que se le interrumpe la novela. No importa que haya una por día. Es más: mejor. Sobre todo, cuando es tan confusa la escena y no todo da lo mismo.

13 comentarios:

Matías dijo...

Gran forma de decir "Cristina no le habla a la gente, le habla a sus pares", algo quizás derivado de su formación legislativa.

Sobre los últimos discursos de Cristina, los cerdos, el viagra y demás, justo escribí acá:

http://riarevuelta.blogspot.com/2010/01/chancha-al-2010.html

saludos

Martín dijo...

Ojo: a mi lo del chancho me cayó bien. En relación a las cadenas, sí, es uno de las pocas posibilidades de hablar mirando a cámara.

Matías dijo...

si, es una defensa del discuros de cristina. por algunas reacciones exageradas que salieron por ahí

Diego dijo...

Martín,

Creo que me acaba de saltar una ficha al respecto del tema de tu post y más puntualmente todavía sobre tu comentario de recién. Creo que Cristina no puede hablar por cadena nacional porque al mirar a cámara da la cara por todo ese palco inscripto en la representación que ha ganado su legitimidad por mecanismos que tiene esta sociedad que no son así de directos como lo es la retórica frente a la una cámara de televisión o el voto dentro de una urna un domingo de elecciones. Supongamos que Cristina hace “las cosas bien” y que su retórica (lo del cerdo, el didactismo y demás) no jode para nada, de todos modos está pagando los boletos de toda esa platea la mira a ella a los ojos, esa gente que se lleva mal con la gente.
Saludos

Caíto dijo...

Creo que por fin, muchos están cayendo en la cuenta de algo que es evidente, pero que, recién hoy podemos verbalizar. Cristina es brillante, pero ojo, que no es perfecta. Lo demás es pura sarasa mediática.

Caíto dijo...

No entendí bién lo del flequillo, pero que la miraste de arriba a abajo, no queda duda Martín. A mí también me gusta y es raro que te despierte un sentimiento en un personaje público, más en la Presidenta, es cómo reeditar el enamoramiento con la seño de 5º, reconocer esa sensación y la decepción que nos produjo entonces, hoy la podés disfrazar con "ideología"?. Pero te sigue doliendo que sea de Néstor, y que encima el muy turro "compre" dos palitos de dólar y salga Aguinis en lanazion y se pregunte "Es progresista comprar dólares"?? Es gracioso no?
Saludos.

Martín dijo...

Y no, Caíto, me parece que es simple: estás hablando por vos. A mi me parece que todas esas operaciones dan cuenta de algo que se hace difícil a la hora de la disputa distributiva, porque no es lo mismo discutir la distribución con liderazgos de millonarios... Pero no para vos, que sos un vivo bárbaro, ni para mí, que vivo de regresión en regresión, sino para los 30 millones de argentinos que trabajan y en los que debe anclarse el sentido de esa disputa.

Caíto dijo...

Bueno, si comenzás con un "y no" seguís con que te parece simple y tu dificultad es discutir la distribución con liderazgos de millonarios, decime, con quiénes lo harías vos? O la disputa de los trabajadores con los empresarios a travéz de los sindicatos debería ser suprimido? Es de un progresista comprar dólares? No es graciosa su respuesta? O los millones que están paseando a lo largo del país no son trabajadores que han discutido, y parece que bastante bién la distribución. Sin victimizarnos se vive mejor.

Paniagua dijo...

Caíto: no tengo la menor idea de qué es lo que estás discutiendo. Fuera de joda. Un abrazo.

Caíto dijo...

No te preocupes Martín, por que yo volví a leer tu post y tampoco queda muy claro que estás discutiendo. Te hacés algunas preguntas retóricas, "cuál es la razón para que tan buenas políticas no tengan popularidad" o aún más, "por que una polítca popular no es popular"????? y abordás el tema: La Comunicación. Y decís que está "minada" Y de ahí al estilo de la mina, el flequillo, la punta del iceberg, la psicología del poder, y concluís, del poder político. De verdad creés en esa lectura, que "cadena es hablarle al que se le interrumpe la novela"?
Y terminás con el "no todo dá lo mismo", que me remite al "Es de un progresisita comprar dólares"? de Aguinis en lanazion y al indignado blogger amigo.
Un abrazo.

Martín dijo...

Vuelvo a lo mismo Caíto: "Y... no". Porque lo del flequillo, etc., es algo que me parece obvio, pelotudo, e ineludible, así como todo el mundo les miró los zapatos a todos los presidentes. Lo que yo creo que está minado es el campo de la comunicación porque, como dijo HV, la sociedad o la opinión pública no existe, hay lucha de intereses pura y eso es lo que el kirchnerismo trajo -si querés- como "novedad", entre otras cosas. Comparto que la transparencia pública (mas allá de los millones) permite mejorar la discusión distributiva, porque también se gana "con el ejemplo". Eso es todo. Y mi propuesta era que los discursos en cadena se hagan mirando a la cara a los televidentes. Listo. Toda la secuencia que va de la 'pregunta retórica' a la comunicación y el flequillo es un hilo que armaste vos. Y el chiste de Aguinis y La Nazión andá a hacerlo a la sarta de bloggers crispados, que está lleno y sólo sirven para alimentar el ego de gente pelotuda.

Martín dijo...

Me faltó esto Caíto:

Un abrazo

Caito dijo...

Martín, el chiste de Aguinis lo hice justamente en esos espacios de "desencantados honestistas tardíos", que no creo sea el tuyo, leo tus post,pero en tu respuesta ,podrías haber obviado tu indicación crispada al respecto.
Un Abrazo.