sábado, febrero 06, 2010

Se mece la nave, lenta como el tul,/ en la brisa, suave niña del azul.


El lanzamiento de la policía metropolitana arrastra casi pequeños signos de melancolía: Un peronista de cuna peronista, con padres que decidieron ponerle Juan Domingo. Un policía federal.

No te vayas/
No te vayas gallito, faisán
de la cultura nacional,
negrita porteña
que en los tambores
ocupa el primer lugar.
Mirá Gaucho Salvajón
toda esta melancolía,
a la policía

en la despedida
la acompaña una patrulla
marchando sin hacer bulla
hacia el destino final.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hermosa la nota de sandra.
sí, ayer anduve bastante yirando por el microcentro y alrededores y vi seguidas veces las lanchas de la metropolitana. Al principio me generaban curiosidad, las luces, los colores, el brillo del fuselaje de autos nuevos, virgenes.
Pero tambien me sucedia algo extraño, parte de mi personalidad conservadora y enemiga de cualquier tipo de cambio en ciertas cosas me generaba (al margen de lo politico) un rechazo a esta nueva fuerza en contraposición con los malos ya conocidos, y las veces que seguida de un auto metropolitano pasaba un federal, soy sincero, me sentia mas familiar,sentia mi entorno mas previsible. Puede ser horrible esto pero bueno en el fondo las cosas se sienten primero y luego se analizan
l.

Martín dijo...

Sí, igual a mi no me pareció tan 'hermosa', más bien lo que me pareció levemente desconcertante es que haya nombrado al policía, y que no haya hecho las salvedades previsibles frente a él. Quiero decir: parecía un compañero policía seguidor de 678... No estaba distinguiendo en la calle a Héctor Caldiero o a Fantino, y que además no sólo era peronista sino que del peronismo capaz de sentir identificación con ese discurso. Porque la existencia de policías peronistas es masiva, pero de policías que se identifican con el gobierno es más bien excepcional. Salvo que Aníbal haya ordenado la obligatoriedad de ver 678.