El breve reportaje vale más que toda la literatura política de los últimos siete años. Me centro en una sola cosa. Toda una tradición política goza cagándose de risa de la famosa frase de Firmenich: "para nosotyros, erl golpe fue otro episodio de la interna peronista". Lo que no ven es que para la derecha peronista el golpe fue exactamente lo mismo. Absolutamente nadie pensaba en lo profundo que los generales del Proceso iban a a durar más que Franco y todos jugaron sus cartas, desde Alfonsín hasta Saadi, con ese horizonte a la vista. La interna peronista la ganó la derecha purificada del impresentable elemento sindical: Menem, el mejor alumno de don Vicente. Que no por nada insiste en que Kirchner no es peronista y que el gobierno está lleno de montoneros. No es porque esté gagá.
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El breve reportaje vale más que toda la literatura política de los últimos siete años. Me centro en una sola cosa. Toda una tradición política goza cagándose de risa de la famosa frase de Firmenich: "para nosotyros, erl golpe fue otro episodio de la interna peronista". Lo que no ven es que para la derecha peronista el golpe fue exactamente lo mismo. Absolutamente nadie pensaba en lo profundo que los generales del Proceso iban a a durar más que Franco y todos jugaron sus cartas, desde Alfonsín hasta Saadi, con ese horizonte a la vista. La interna peronista la ganó la derecha purificada del impresentable elemento sindical: Menem, el mejor alumno de don Vicente. Que no por nada insiste en que Kirchner no es peronista y que el gobierno está lleno de montoneros. No es porque esté gagá.
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