La teoría de las "bandas" del peronismo, esta vez, reactualizada por uno de los mejores presidentes de la democracia. Leamos: En la época que Perón vivía, la Triple A era un movimiento político como puede ser el Movimiento Evita. El tema vino después y yo fui una de las víctimas de ese grupo. Tantas teorías como bandas, como líneas, como intendentes. Pero en este caso el intento desde un temperamento casi oriental como el que presenta Duhalde. Digamos: Duhalde confunde a las víctimas de las 3 a con las víctimas políticas directas de López Rega, en su intento brujo por dominar todo el "entorno" de Isabel. La lista de víctimas, si sumamos ambas, ya que el victimario es la misma persona, reúne a casi todo el peronismo. Por algo, como prenda histórica blanca, son los gremios ortodoxos (o sea: el 99% del gremialismo) quienes se arrogan la virtud de haberlo expulsado del gobierno. De ese viejo corredor viene Duhalde. Pero, en un ciclo de bonanza, ensaya con mejor practicidad una fórmula que viene bañada por la historia: soy un peronista desarrollista. Mejor fórmula que la del "centro-progresista" de su terco hijo Lavagna, mas clara por lo menos, mas afín al Clarín. Pero detengámonos: un peronista desarrollista es un peronista intelectual que, mas que en las pasiones de la historia, parece hacer pie en las necesidades estructurales de un país. Bien, desapasión nacida de la pasión: el desarrollismo es una forma mas gris de la defensa de los intereses nacionales. Hoy es mejor este peronismo de izquierda de Kirchner, al que, por el ciclo económico, los históricos gremios están en condiciones objetivas de defender, incluso, mas allá de que los deprima sus modos culturales, digo: para José Rodríguez el presidente Kirchner es un gallito montonero, pero, pero, en un gobierno que usa como bandera industrial contra el aliento agrario la "potencia productiva de construir autos"... Así y todo, Duhalde, resguarda la posible futura metabolización del peronismo post-kirchnerista. Amigos: esto en algún momento se acaba. Verbitsky: Kirchner va a durar menos, menos, que la Iglesia Argentina. El ojo de lo permanente es una sutil mirada sobre todas las olas que se mueven... Y esto pensando que la Argentina, desde su recuperación, ha recuperado su mar calmo de indiferencia social.
Feliz día bloggeros.
4 comentarios:
Compañero
Feliz dia
El embate agrario es mas bien antiagrario, la embestida inicial - y todas las otras - fueron del Gobierno contra el sector. Kirchner piensa que esto le reditúa, vaya uno a saber. Antes que él Duhalde y Lavagna ya les cobraban - fueron ellos y no K quienes establecieron los regímenes de retenciones - pero no los insultaban. Los dirigentes agrarios lloraban un poco como era su deber y todo se deslizaba tranquilamente. Kirchner estimó útil subirse a la tarima y acusarlos a todos de oligarcas, luego emitir un tortuoso sistema de castigos, cierres de exportaciones, intervenciones, controles y amenazas que a estas horas fracasó evidentemente. Que los sindicalistas aprecien su particular pelea con el campo y se compren la renovada antimonia campo-ciudad es dudoso. Con Kirchner recuperan poder y asienten cualquier discurso; K necesita mas que nadie halagarlos y les da más de lo que Menem o Duhalde les dieron antes. Veamos que lealtades quedan al fondo de la billetera. Duhalde hace bien en guardarse, la Iglesia argentina podría durar más que Verbitsky.
Sí, de acuerdo. El sindicalismo es una de las corporaciones mas duras y autónomas en un sentido real (no del autonomismo que habla la CTA), y Menem, con todo lo que implicó su política evidentemente (en algunas ramas) desindustrialista (no Moyano) también los protegió. De ahí el poder de un Lingieri, que fue uno de los diseñadores de esa protección sobre la caja de las Obras Sociales. En perspectiva, tomando el momento histórico, y sin ese sesgo seudo-montonero (que es anti-burócrata por naturaleza) fue Menem mas aliado. A Kirchner le toca una coyuntura mas rica que la de Duhalde (y acá dijimos mil veces eso que decís también en cuanto a las retenciones: Kirchner gobierna sobre la capacidad instalada que dejó Duhalde; sabiendo darle un relato a ese gobierno mas "ordenado", mas progresivo, etc.).
Ni izquierda ni derecha (juan domingo)
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