jueves, octubre 11, 2012

Balance de la semana en 4

1. Progresismo de amianto la vida de Martín Sabatella. Inició su militancia en la Federación Juvenil Comunista. En los años 90 formó parte del FREPASO. Fue intendente de Morón durante diez años, entre 1999 y 2009. Llegó al poder de ese distrito peronista con la Alianza y enfrentando al histórico peronista Juan Carlos Rousselot, con un discurso que no abandonó nunca: el discurso contra los barones del conurbano. Resistió dentro de la Alianza y en 2002 formó su propio partido Nuevo Morón. Con el que se presentó en 2003 y ganó con más del 50%. En 2004 fundó el EDE, un partido con nombre de jabón de limpieza, a propósito. Recibió por sus gestiones el reconocimiento del diario Wall Street Journal, de la ONG Poder Ciudadano, el premio Konex como administrador y fue nombrado coordinador del comité de municipio del MERCOSUR; algunas de las cuales hoy -en su variante vital de “republicanismo sucio”- queda bien renegar. Creó la casa de la memoria en la cinematográfica Mansión Seré, inaugurando ese lugar donde arte y política engendran a través de sus monstruos (con Víctor Heredia a la cabeza o con la cabeza de Víctor Heredia) el nombre de la cultura democrática desde 1983: Memoria. Exponente originario junto a Ibarra y sectores de la CTA de la “tentación transversal” con la que Néstor Kirchner quiso sustituir al partido justicialista. En 2009 se presentó con Nuevo Encuentro, por fuera del FPV. Y sacó 5, 56% de los votos. Le sacó a NK “los puntitos” que perdió frente a De Narváez. Etiquetas de su vida: transparencia, “participación”, derechos humanos, memoria. Conclusiones: El progresismo es un productor de personalismo político, si no, veamos los ejemplos de Chacho Álvarez, Lilita Carrió o Aníbal Ibarra. Todas figuras que perforan y crean entidades orgánicas a imagen y semejanza, para auparse en ellas y para tirarlas por la ventana cuando hace falta. Su itinerario es una línea de tiempo del progresismo argentino: del antimenemismo duro al kirchnerismo duro. Respondiendo a su vieja impronta bolchevique, que aplicará en el AFSCA, a la zoncera que dice que el progresismo es tibio, se le responderá: no es tibio, es frío. Siempre se distinguió del PJ y jugó su crecimiento a la diferenciación constante en lo territorial con la liga de intendentes del conurbano, aunque de golpe -en su mejor hora, ésta- tuiteó como quien se estira un poco la corbata: “somos Feos, sucios y malos”, celebrando su nombramiento rimbombante para darle el tiro de gracia a Clarín. Se ve que el abandono de la deferencia de la que fue objeto en la prosa de Clarín le hizo recapacitar su sistema de adejtivos: Martín, ¡te pasaste veinte años puteando a los feos, sucios y malos del territorio comanche y ahora te encanta el espejo plebeyo!

2. Más allá de las conspiraciones durante las protestas de prefectos, gendarmes y afines, podemos decir que estamos viendo a la primera generación de soldados X de la democracia en escena. A jóvenes miembros de las fuerzas de seguridad que reclaman en torno a cuestiones gremiales de un modo que pone a sus propias instituciones contra las cuerdas. No están cegados por ningún integrismo, ni los anima ninguna pasión por fuera de las que tiene todo el mundo: la búsqueda de la alegría del consumo. Tuit del enorme Mariano Canal: “quiero decir, 30 años de democracia es que esta protesta sea más parecida a la de un sindicato que a la de los carapintadas.”

3. Escribió la socióloga y poeta y brillante Sol Prieto en su facebook: “No me parece muy acertado discutir si el reclamo de la prefectura y la gendarmería es desestabilizador o no, si la democracia aguanta o no, porque en el fondo todos sabemos o pensamos que la democracia en Argentina aguanta un levantamiento de la prefectura. Lo que sí hay que ver es que en los últimos 3 años hubo insubordinación o levantamientos de las fuerzas de seguridad en Bolivia, Ecuador, Colombia, creo que Perú también, y ahora acá, y casi todos con una base gremial que se pudo politizar más o menos en cada caso. Lo que está en juego es la estructura interna de esas fuerzas y la evidencia de que las instituciones que existen para canalizar conflictos como estos no sirven más. Por ahí, estos conflictos son una consecuencia lógica de que las fuerzas se van institucionalizando como una parte más del Estado (y no como el Estado mismo) y entonces entran en conflicto con el Estado. Creo que estas cosas se resuelven con más democracia hacia adentro y hacia afuera: con menos autonomía interna y más control y transparencia para con el resto de la sociedad, con representación sindical elegida democráticamente, y haciendo que determinados cargos sean electivos. Nunca menos.”

4. Gestión es más importante que relato.

4 comentarios:

Javier dijo...

uno se volvió kirchnerista por eso. Porque gestión mata relato. Néstor apenas asumido yendo a destrabar el conflicto docente. Pidiendo la renuncia de Béliz cuando éste no encontraba soluciones desarmadas a los conflictos sociales. Y que cada uno ponga su ejemplo. Pero... en medio del quilombo de prefectos y adláteres yo hubiera querido apostar a eso. Al poder ejecutivo. Y no tuve un puto referente que hablara. Ahí tenemos un problema. Unos salieron a hablar de Golpe de Estado, otros de ruptura de cadena de mandos... Y nos faltó, a los kirchneristas de a pie, el referente, el diputado, el senador que saliera de decir cómo defendíamos esto. Porque... yo tengo mis propias ideas, pero tampoco manejo las internas de la cùpula de las fuerzas de seguridad y todo eso. Nos faltó el referente.

Comandante Cansado dijo...

¿El gran pecado de tu tocayo no es para vos no ser peronista y punto, Martín? Yo huelo un tufito a peronómetro... Un abrazo.

Martín dijo...

Comandante: la parque que huela a eso será la parte del texto que está mal. Un abrazo

Norman dijo...

Concuerdo con el Comandante. Innecesario.