Mirando que detrás del palo mayor
una ballena o una isla rompe el agua y suponiendo
que la estructura del mundo es de Madera,
de Madera los bosques,
los barcos y los pisos de Madera.
Un marino,
eso era mi padre.
En la casa que fue casa de servicio, sótano,
y ahora pura renta,
la Madera nos cubre del viento.
Cruel y fea la mujer con la que vivo,
mancha con yerba la pared de la cocina
y su novio, un cochinito español,
no lava los platos porque todavía cree
en los derechos de conquista.
La dueña, vieja celta,
cree sólo en el derecho de la liquidez,
anda su piso de algarrobo,
se oye clarito como va de la cocina
a la habitación para mirar por la ventana
el país que le pertenece,
como se afirman sus pies acostumbrados al frío
cuando se acomoda el corpiño donde lleva doblado
el detalle de mi deuda.
Mi padre, marino,
era un cuáquero ingenuo.
(Martín Armada, Dublin, 2009)
6 comentarios:
que lindo che. felicitaciones a señor Armada.
Gran Poema, che.
se lo extraña a martin...
Muy Rubio, que lea a los Guiskis...
Todo es muy algo siempre. Lo importante es que es un terrible poema.
y por qué a los Wiskis? son superiores a los Rubio? coincido con el de 'terrible poema',
muy lindo
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