jueves, septiembre 06, 2007

Reflujo de las minorías (parte 1)

La audiencia se desarrolla con la presencia del ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, y cadetes de la Escuela de Investigación de la Policía bonaerense que asisten como práctica de una materia de la curricula.

Reflexión acerca de los Juicios: la presencia de cadetes puede ser el valor trascendente de hoy, hoy, cuando el martirio del que declara por tercera, cuarta, quinta vez empieza a soldarse a la piedra de su locura hasta que lo que cuenta se le representa como la vez que lo vivió: irreal.

El modelo sudafricano, al que Lilita ama por estar "mutilado" de la pulsión de venganza del modelo argentino, contiene en su argumento la brasa clerical insoportable, donde la verdad (nos hace libres) y libera de riesgo penal a quien le cabería el peso de la... Reconstruye en el centro de la ley su elemento primario, infantil: si decís la verdad, si decís quién fue, te perdono. La ley es la verdad. Cuando nuestra Ley, que nace en 1983 (130 años exactos después de esa hermosa poesía laica), renace alrededor de la parábola de cómo juzgar los hechos, y el éxito o eficacia de su respuesta práctica radicó en poder contar los años duros al juez, atomizando los hechos, restándoles su densidad histórica, volviéndolos simplemente punibles. La democracia argentina es producto de un pasado reciente, actual, que se le puede contar a un juez, y donde el Crimen tiene mayúsculas cuando lo comete el Estado. El modelo sudafricano/ diseñado en el Vaticano carece de las virtudes importantes de la ley: las consecuencias sobre el cuerpo; pero claro, el otro efecto, el ejemplificador, el que traba resonancias sociales mas amplias es, quizás, El importante. Aún así, acá, el rollo '83 torció al extremo su abstracción cuando, al cabo de un rato, nadie supo o pudo decir que la fuerza física que debía producir las nuevas "detenciones" era la misma que debía ser detenida. Esa improbable e impensable paradoja hizo parir una de las reflexiones jurídicas mas intensas de la historia política argentina acerca de la institución militar: la obediencia debida. Sí, nacida de la boca de un fusil, latía bajo toda la argumentación política que al alfonsinismo se le había -como mínimo y en la alborada mesiánica de una plaza llena- ido de las manos. Verdad 1 o 2 de la democracia: el ejército vencedor se juzga a sí mismo, y así expuesta en la materialidad cruda de la pos-guerra que es y fue la política argentina, sólo la magia alfonsinista, su aura, podía volver tan abstractas las cosas: y sólo el peronismo con su versión cavernícola (que acá alguna vez recordamos) podía plantear materialmente -en términos fogwillianos- lo posible: que lo único redistribuible es la "renta", aunque se acordara con asados en Campo de Mayo, a metritos del fuego aún humeante de otras parrillas. La vida humana, el valor de la vida humana, ese reciente invento de la modernidad, un poco mas viejo que los blogs, debía reponerse sobre la base de una idea extrema de Justicia Total de la que sólo los argentinos somos capaces.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La modernidad no invento nada, sacralizo a través de la ley lo que ya existía.
Me hablarán de las cruzadas y yo hablaré de la guerra preventiva.

Anónimo dijo...

básicamente la modernidad transformó en sistema el relato. es decir, cambió todo.

Anónimo dijo...

¿Qué sería "transformar en sistema el relato"?
No pregunto para poner en duda, sino para entender mejor.
Gracia.

Anónimo dijo...

la modernidad estructuró y acordó a sus sistemas -especialmente el productivo en cuanto a materia y símbolo- muchos de los flujos de naturaleza mítica que habían colaborado en la conformación de las viejas estructuras culturales y sociales. Ojo, se puede argumentar que todo sustrato mítico trabajó como condición de posibilidad de las conformaciones sociales y productivas, especialmente la religíón. Pero la modernidad inventó mucho y, sobretodo, acordó viejas tendencias a procesos nuevos. El positivismo en un buen ejemplo.

Anónimo dijo...

estimado porque sí:
es a propósito?

Anónimo dijo...

estimado cristian, no entiendo. pero sí, finalmente todo es intencional.