miércoles, febrero 06, 2013

Dónde metemos a Daniel

Años de batallas ideológicas pero el núcleo duro de votos de Scioli sigue intacto. Un núcleo desconcertante: está adentro y afuera del oficialismo. Es promesa de votos propios para el kirchnerismo tanto como la amenaza de su posteridad. El dilema de muchos kirchneristas parece regirse en cómo seguir haciendo propio a Scioli, a su pesar y contra él. La lógica se resume así: vos tenés votos propios pero no te los merecés; nosotros tenemos ideología sin votos y nos merecemos los tuyos. Y tenemos el estado nacional. Un estado que resulta más recaudador que el provincial, más duro con los duros de la producción y la tierra. Ergo, Scioli se condena a un juego de victimización perfecta: un conservador popular al que le “usan” su popularidad por “culpa” de su conservadurismo. Esto empezó muy temprano (la elección de Scioli como compañero herbívoro y descartable de Néstor Kirchner en 2003) y hoy perdura como aliado, salvavidas y… tiburón del proyecto. Muchas cosas a la vez.

¿Cómo es posible decir “kirchnerismo sin votos” cuando la presidenta obtuvo el 54%? Claro, Cristina tiene votos e “intención de voto”. Ocurre que nadie le va a pedir en 2013 que sea candidata testimonial (¡¿o sí?!) y… no hay kirchneristas “populares”. En el sentido identitario puro y duro.

Repaso. El kirchnerismo combina dos cosas casi irreconciliables: su microclima ideológico (minoría intensa de la “batalla cultural”) y una política económica estable que permitió beneficios sociales para la población. Reforma y restauración. Es decir: una articulación fría entre la agenda de esa minoría ideológica y las razones burguesas del voto. El genio político K anida en esa articulación de minorías y mayorías que paga un costo: tiene en la cabecera políticos aguerridos sin votos, como Mariotto, Moreno, Sabatella. El kirchnerismo no construye “políticos”. Tiene su capital en la generación de figuras de palacio, consumidores de poder antes que productores de poder. Así, algunos baten su silogismo chocante sobre Scioli: “ir contra él es pedirle que sea nuestro candidato”.

El prototipo Scioli es el de un duhaldismo portador sano (tal como bautizó su lejana identidad Aníbal Fernández), que le debería bastar sólo para ser una columna vertebral o un jinete sin cabeza, para los kirchneristas duros. ¿Cuál es el “hecho maldito” de Scioli? Que cultiva intenciones de voto dentro del electorado del FPV y fuera de él, y una imagen impermeable no sólo a las agresiones sino a sus propios agujeros de gestión. Es decir: el voto social del kirchnerismo + el voto anti kirchnerista de clase media y media alta colocan sus pies de cada lado de la raya. Popular en las clases bajas, popular en las clases medias no progresistas, popular en los countrys.

Paradoja de la ideología intensa entonces: 2013 será un año con la contradicción electoral en el eje Scioli-Massa y en cómo “negociarán” ellos su favor o no con el kirchnerismo. Esa generación intermedia (cuarentones del deporte y el turismo, pendeviejos cuyo peronismo es una extrema naturaleza de poder, no conciben otra identidad porque no conciben estar lejos del poder) de pronto resulta clave para el péndulo peronista que siempre amenaza con volver a moverse. Cuánto de continuidad y cuánto de ruptura le asegurarían al kirchnerismo, quien –fuera de Cristina- carece de alguna imagen con consideración de votos. ¿Hay gobernadores kirchneristas? Difícil decirlo. Todos, en tal caso, parecen a la derecha del estado nacional. Scioli no es excepción.

Los movimientos de De Vido (sus maniobras de caja en relación directa con los intendentes, sobre todo de la PBA), demuestran la perspicacia federalista del gobierno desde 2003: las provincias sobran, agregan mediación y amenaza política ahí donde no la necesitamos. Dicho esto con exageración. Pero esa es una ideología de estado. Y con eso se aseguran los territorios políticos deseados: una gran concentración del ejecutivo nacional proyectada sobre municipios, átomos de regiones. En el medio, el desierto.

La suerte de Moyano dentro del kirchnerismo tanto como la suerte que amenaza ceñirse sobre Scioli refuerzan esa percepción: las intermediaciones sobran. Los que construyen su propio poder sobran. Y lo deben entregar. El kirchnerismo así, en esta versión, ansía sólo dar poder para que le “deban” siempre. Filmus o Rossi (dos “puros”) no hacen pie en sus distritos por esa razón: porque paradójicamente los electorados quieren conocer ese “plus” propio, eso que hace a los candidatos parte de algo y a la vez singulares. Una relativa autonomía que les coloca límites de base.

Rezo talibán para un febrero caliente: Qué hijo de puta Scioli. Cómo necesitamos a Daniel. Qué hijo de puta Scioli. Cómo necesitamos a Daniel.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

notable ,no hizo nada,nada ,pero como es un eventual enemigo de los K sigue con apoyo en votos..porque la INSEGURIDAD es producto de su mala policía,educación pésima,salud ídem..no sé ,pero como candidato es otro milagro como Macri..y bueno será la forma,medios ,medios y medios..Massa otro caso,intendente de un partido riquísimo..Ponelo en la Matanza con 6 pesos por habitante y lugo charlamos..los dos no le cobran impuestos a los poderosos..

Javier dijo...

Es notoria la emoatia que parecen geerar las figuras que emergen a la politica desde el deporte y encima sufren alguna tragedia personal , en ese aspecto lo relaciono con Macri y Boca y Scioli y su accidente casi olvidado es tan olvidado como el secuestro de Macri que lo pone lejos de la imagen represiva sino en el papel de victima que usufructa muchisimo siempre acusando a la nacion por sus males . Simplemente es la unica explicacion que encuentro a los grados de apoyo que generan esas figuras mas alla de la coyuntura y que son sorprendentes .

El otro dia Natanson decia lo dificil que puede resultarle al kirchnerismo decir que Scioli es de derecha , siendo que ya lleva mas años siendo kirchnerista ue los que supo ser menemista o duhaldista y como va a vender que se van a sostener las bases del modelo kirchnerista . Similar a lo que ocurria en 1999 con De la Rua que prometia no cambiar lo que habia dejado Menem solo ser mas honesto . Dura la realidad argentina

Musgrave dijo...

Muy bueno el post.

seba dijo...

Scioli esta protegido medianticamente como Macri, creo esa es la clave del exito para la ameba

Anónimo dijo...

¿Si no puede pagar los sueldos,como arma lista propia?, ahhhhh que al final le bajan la plata,para no perder votos en Provincia,¿Y si se pierden en el 2013 y no en el 2015? ojo,es posible.

Anónimo dijo...

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Andrés dijo...

Buenas Martín,

Scioli como gobernador es un producto de la necesidad. Si no existiese, habría que crearlo.

Veo a la gobernación de la PBA como una entidad que tiene que hacer permanente equilibrio entre el interior rural-pampeano y el conurbano. Ninguno de los 2 mundos bonaerenses pueden imponerse sobre el otro (el conurbano tiene más votos pero el interior tiene más representatividad legislativa) y ambos precisan el aporte de la Nación (tanto en gobierno K como no-K). Por eso se imponen figuras como Scioli, que hacen la plancha y lanzan iniciativas pero sin ir demasiado a fondo como para romper equilibrios.

De ahí que un Balestrini, con mucha más cancha ejecutiva y legislativa que Scioli, no pueda ser candidato a gobernador. Sólo Duhalde llegó a la gobernación como ex-intendente, pero eso fue mientras ejercía la vicepresidencia y pudo negociar un fondo del conurbano...

Entonces ahí lo tenemos como figura aglutinadora bonaerense, y un poco nacional no tanto por sus méritos sino por la sequía de gobernadores que se destaquen y aglutinen (nos falta un "muchacho pintoresco" como lo fue Menem en su momento, antes de 1988).

Massa también aglutina porque dal el perfil de Scioli, no es un típico barón de conurbano y hace hincapié en temas que no enfrentan a los 2 mundos bonaerenses (seguridad, en vez de nuevo impuesto inmobiliario rural).

Quiero ver cómo sigue este "videojuego". Luego que (o mientras) definan el "me lanzo", veremos cómo Scioli o Massa arman sus redes y si éstas son lo suficientemente fuertes para aguantar los trapos.

Insertándolo en tu texto: "Tenés los votos para ser gobernador de la PBA con auxilio del PEN pero no los merecés para ser elegido presidente y mantener las condiciones que permiten que alguien como vos sea gobernador y que el país no se remenemice".

Saludos,

Andrés

hector dijo...

Anotándose en una lista, no es la única manera de participación que Cristina tiene en las elecciones de 2013. Hay que ver hasta donde esta dispuesta ella a que se juegue su nombre en esta elección. Sobre todo, para controlar las aspiraciones internas de varios, Scioli no es el unico, solo es el que mas votos cree
que tiene, Pero contra Cristina o su omnipresencia no puede

Anónimo dijo...

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Artemio López dijo...

Baja el análisis y señala: Filmus y Rossi, puros... Que chicanero! Puros qué? Así cualquiera arma una hipotesis (falsa) sobre el cristinismo como carencia...Igual esta bien discutir ese punto de hasta donde un atrapalotodo se pone exigente con sus ingestas...
salu2!