Martín: me pareció muy interesante tu artículo sobre el federalismo y te felicito que lo hayan publicado en un medio tan importante. Lo único que no comparto es la adjudicación al rosismo del adjetivo procesista. No sé a qué habrás querido aludir, pero me parece incorrecto. En el siglo XIX no puede medirse lo sucedido con la misma vara que en el siglo XX, me parece. Además, si Rosas fue procesista ¿qué fueron Urquiza, Sarmiento, el mismo Alberdi, el general Paz? Si todos fueron procesistas, entonces el adjetivo pierde total relevancia. Además, Rosas se apoyó en los caudillos provinciales, en la barbarie, en los líderes que eran la execración de los porteños, y fue un gobernante bastante afín al federalismo, así sea a la que te criaste. Te mando un gran abrazo igual. Escribís muy bien, realmente admirable. Un abrazo de tu ex compañero del Magisterio, Sebastián. Mi correo electrónico (por si te querés comunicar) es sgimenez5804@yahoo.com.ar Yo no tengo cómo encontrar tu correo electrónico. Un abrazo. Sebastián.
Seba, genio. Te escribo para verte. Con respecto a lo que me decís, sí, la escritura está llena de injusticias. Me agarrás en un momento de mi vida en el que odio el rosismo (?). Abrazo
Martín: y quizás yo soy demasiado rosista. Igual te quiero comentar que tu escritura es muy buena y atrapante. Jugás con los opuestos y la dirección de tus argumentos te va enroscando como la serpiente (atrapando al lector, generando interés). Llegás a síntesis que se parecen mucho a lo brillante. Te cito: "Porque también el progreso de un país es conservador: se trata de una sucesión de resignaciones. Aceptar la tierra, la lengua, la gente". Por años no leí un párrafo tan lúcido. En mi labor de trabajo social también es lo más difícil de aplicar: aceptar la tierra, la lengua, la gente. También miré un artículo tuyo sobre Scioli, en que describís muy bien a esa figura en parte resistida por el kirchnerismo pero a la que es peligroso soltarle la mano, porque como reconocés vos sale siempre triunfante. Podría ser gobernador de un presidente socialista, comunista, de centro izquierda, neoliberal, ultraderechista y hasta anarquista el tipo. Pero siempre sale parado. Un gran abrazo. Sebastián.
Vine a comentar la nota de "Ni a Palos" y me llevé algo de federalismo, pero concuerdo con Sebastián: Llegás a síntesis que son francamente brillantes. Hablando de llegar, yo llegué al bloggerismo cuando la moda era comer en Palermo y escribir por twitter. Y llegué a tu blog porque leí que Fabian Casas dijo que mientras el progresismo medio pensaba que entendía al país leyendo a Wainfeld, se estaba perdiendo al mejor interpretador del espíritu de estos tiempos, que era un poeta. Casas, al igual que Sebastián, tenía razón. Un abrazo
5 comentarios:
Martín: me pareció muy interesante tu artículo sobre el federalismo y te felicito que lo hayan publicado en un medio tan importante. Lo único que no comparto es la adjudicación al rosismo del adjetivo procesista. No sé a qué habrás querido aludir, pero me parece incorrecto. En el siglo XIX no puede medirse lo sucedido con la misma vara que en el siglo XX, me parece. Además, si Rosas fue procesista ¿qué fueron Urquiza, Sarmiento, el mismo Alberdi, el general Paz? Si todos fueron procesistas, entonces el adjetivo pierde total relevancia. Además, Rosas se apoyó en los caudillos provinciales, en la barbarie, en los líderes que eran la execración de los porteños, y fue un gobernante bastante afín al federalismo, así sea a la que te criaste.
Te mando un gran abrazo igual. Escribís muy bien, realmente admirable.
Un abrazo de tu ex compañero del Magisterio, Sebastián.
Mi correo electrónico (por si te querés comunicar) es sgimenez5804@yahoo.com.ar
Yo no tengo cómo encontrar tu correo electrónico. Un abrazo.
Sebastián.
Seba, genio. Te escribo para verte. Con respecto a lo que me decís, sí, la escritura está llena de injusticias. Me agarrás en un momento de mi vida en el que odio el rosismo (?). Abrazo
Martín: y quizás yo soy demasiado rosista. Igual te quiero comentar que tu escritura es muy buena y atrapante. Jugás con los opuestos y la dirección de tus argumentos te va enroscando como la serpiente (atrapando al lector, generando interés). Llegás a síntesis que se parecen mucho a lo brillante. Te cito:
"Porque también el progreso de un país es conservador: se trata de una sucesión de resignaciones. Aceptar la tierra, la lengua, la gente".
Por años no leí un párrafo tan lúcido. En mi labor de trabajo social también es lo más difícil de aplicar: aceptar la tierra, la lengua, la gente.
También miré un artículo tuyo sobre Scioli, en que describís muy bien a esa figura en parte resistida por el kirchnerismo pero a la que es peligroso soltarle la mano, porque como reconocés vos sale siempre triunfante. Podría ser gobernador de un presidente socialista, comunista, de centro izquierda, neoliberal, ultraderechista y hasta anarquista el tipo. Pero siempre sale parado. Un gran abrazo. Sebastián.
Vine a comentar la nota de "Ni a Palos" y me llevé algo de federalismo, pero concuerdo con Sebastián: Llegás a síntesis que son francamente brillantes. Hablando de llegar, yo llegué al bloggerismo cuando la moda era comer en Palermo y escribir por twitter. Y llegué a tu blog porque leí que Fabian Casas dijo que mientras el progresismo medio pensaba que entendía al país leyendo a Wainfeld, se estaba perdiendo al mejor interpretador del espíritu de estos tiempos, que era un poeta. Casas, al igual que Sebastián, tenía razón. Un abrazo
Muchachos, les agradezco las palabras hermosas. Mañana escribo algo. Abrazos
Publicar un comentario