por Mario Santucho
1. Un rápido balance puramente impresionista habla de 30 mil personas en la plaza, quizás más de la mitad Camioneros, varios de la UATRE, y puchitos de otros gremios, más el aporte tímido e incluso periférico de grupos de izquierda como Barrios de Pie y la CCC.
2. El clima en la plaza sigue siendo más festivo que de enojo (aunque a diferencia de Huracán, ya se escuchan cantitos directamente contra Cristina). En ese sentido, el tono del discurso de Moyano no se condice con el humor de sus movilizados. ¿Se trata de una capacidad de anticipación de Moyano, en vistas de un deterioro de la situación económica, que le permitirá abrir un canal de conflicto social para ir mas allá del esquema de gobernabilidad propuesto por el kirchnerismo?
3. Uno de los temores previos de mucha gente no se cumplió: la plaza fue claramente una plaza obrera, sin muchos rastros del derechismo garca. Incluso más bien se parecía a las movilizaciones del MTA en los noventa, por el componente más bien obrero mezclado con desocupados o informales, y poca clase media. Esto, sin embargo, no se expresó para nada en el palco donde primaron los carcamanes del sindicalismo (y se la vio también a Claudia Rucci).
4. Lo más flojo, creo, no fue la movilización (que pone en evidencia una fuerza social capaz de movilizarse, de reunirse y deliberar) sino la poca fuerza del paro, que directamente no existió. En eso creo que Moyano retrocedió sensiblemente, ya que quizás haya demostrado que hoy por hoy no está en condiciones de "parar el país".
5. En términos discursivos y políticos es donde más errático se lo ve. La consiga principal de ayer fue "el salario no es ganancia" pero la frase que colgaba del atril donde dio su discurso y que circuló profusamente durante estos días fue "no al impuesto a las ganancias". Son dos enunciados muy distintos: el segundo es directamente lamentable y reaccionario; el primero resulta sensato aunque completamente insuficiente. En esto último es donde está el problema clave, que lo puede terminar aislando por completo a Moyano: la disputa popular hoy está puesta mucho más en el tema del consumo que en el tema del salario. En el marco de un capitalismo centralmente rentístico, el salario no alcanza para dar cuenta del aumento o el sostenimiento de las capacidades populares de consumo (subsidios, asignaciones, etc). Hacia ello apunta el segundo reclamo de la movilización (la discriminación hacia los trabajadores formales que supone no darles las asignaciones familiares), pero entonces el reclamos termina siendo algo más bien corporativo.
6. Mas allá de estas minucias, sorprende el revival hacia un peronismo más ortodoxo por parte de Moyano, sobre todo porque no parece tratarse de algo puramente coyuntural (ganarse el apoyo del peronismo antik) sino de una convicción más profunda. La idea parece ser volver a un movimiento nacional donde la fuerza no esté dada territorialmente (experiencia fallida de Moyano en el PJ de la Provincia) sino a uno donde el sujeto obrero pueda poseer peso político propio, como fue hasta los setenta (importancia de la CGT). Pero eso supone no tomar en cuenta para nada los cambios en la composición social del trabajo durante los últimos treinta años.
1 comentario:
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