lunes, mayo 14, 2012

Al parecer de este servidor las claves son dos. La primera es de tipo conceptual. Urge trascender la noción fordista de la vivienda. Las biografías de hoy, incluso las de quienes trabajan en la industria manufacturera, no son ni lineales ni homogéneas. El agotamiento del modelo industrial del siglo pasado implica necesariamente el agotamiento de la periferización urbana como estrategia hegemónica de producción de hábitat. En tanto, los cambios en el modelo de familia, la diversidad de los recorridos formativos y laborales, significan que la garantía del acceso al hábitat debe ser flexible para responder a hogares unipersonales, núcleos familiares divididos en dos o más hogares, etc. Hoy la fase de conformación del núcleo familiar se ha “estirado” y su duración es promedialmente mucho más baja que hace treinta años. No se puede esperar a que la arquitectura se dé cuenta de una vez de que hay que dejar de construir “casas para familias” para empezar a hacer políticas que den cuenta de los adultos solteros, los padres divorciados, la ancianidad prolongada y muchas veces alejada de los hijos y nietos, etc. La vivienda deseada ya no es la que está ubicada sobre lote propio cerca de alguna estación de tren sino la que puede ser centro logístico de actividades y relaciones laborales y personales múltiples. Un claro ejemplo es el de la cada vez más frecuente cohabitación de jóvenes de clase media sin hijos en una misma vivienda ubicada favorablemente respecto a sus lugares de trabajo y/o estudio.

2 comentarios:

Diego dijo...

Buenísimo. Se extrañaban comentarios de este nivel en la web.

Saludos

Edukadores dijo...

Muy bueno. Me reencuentro con este blog y pregunto ¿Por qué abandonó su antiguo nombre? Al margen Durán Barba no es boludo, por algo a Macri le hizo afeitar el bigote.