lunes, octubre 05, 2009

Lapsus

Como el niño que ante la psicóloga
traza dibujos opacos que para ella revelan
el núcleo precioso de sus conflictos,
César pronunció la palabra y retrocedió.
Silencio en la mesa, rápidas miradas
al reloj de pared que marcaba la una;
sobre la inquietud el tiempo volaba,
un águila llevando entre sus garras
hacia su nido recóndito al cordero de la verdad.

(Alejandro Rubio, Sobrantes, 2008)

8 comentarios:

  1. Anónimo11:52 p.m.

    Gran poema y se mete en el bolsillo todas las boludeces que se escribieron estos días.

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  2. Anónimo5:47 p.m.

    malísimo.

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  3. scotch del mejor

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  4. porque sí9:17 p.m.

    uno de los mejores de su generación le escribió en una dedicatoria: al mejor poeta de mi generación.

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  5. "El mejor", "uno de los mejores": dejando de lado esa facilidad, qué buen poema.

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