sábado, enero 17, 2009

Lo que nos ocupa es la conciencia, esa abuela que regula el mundo.

Hay que revisar de manera urgente la relación entre Derechos Humanos y guerra.

La masacre de Gaza coloca a las acciones armadas de Hamas (con un potencial bélico notablemente menor) en una situación que no es –parece- la originaria. ¿Impulsan una guerra o ejercen la defensa de un pueblo agredido? ¿O son las dos cosas a la vez?

Si se acepta la versión de que la ofensiva militar israelí es una respuesta a permanentes ataques de misiles recibidos por Israel, entonces, a esa ofensiva solo puede oponerse mundialmente un pedido de piedad, sobre los “daños colaterales”. Hasta ahí, mas allá de la indignación, todo parece sencillo de ser pensado, incluso para quienes no somos expertos en los detalles de ese lugar central del mundo de hoy. Los "daños colaterales" son en verdad, uno podría pensar, la esencia misma del ataque militar. Lo secundario es lo primario. Digamos que es imposible pensar la violencia sin el plus, sin su efecto desmedido. Daños colaterales puede sonar a excesos, es decir, a la admisión de errores de cálculo o pasión de los sujetos de carne y hueso que llevan adelante un ataque, una batalla, una guerra, y que serían factibles de ser corregidos. Como si la esencia de lo militar fuese científica. Una ciencia de la fatalidad encargada de que lo inevitable (¡la guerra!) no elimine colateralmente vidas inocentes.

Pero esos "efectos secundarios", no sólo son principales, sino que producen un escenario político nuevo, sobre el que cada tanto se vuelve, y que exponen en la superficie una realidad de dominación u opresión aparente. Digamos que la muerte de los niños ayuda a pensar en términos desproporcionados. En este conflicto Israel funciona como Estado. Y en la conciencia universal los Estados deben ser notablemente mas rigurosos en los derechos que respetan. Los DDHH surgen como política portadora de una conciencia de la humanidad acerca de lo que los Estados deben respetar. Quiero decir: vivimos en un mundo sensiblemente dominado por la percepción de que esa desproporción dice algo. Dice algo acerca de las "responsabilidades de los mas fuertes".

Ya dijimos alguna vez algo alrededor de la tortura. Decíamos que muchas “guerras” puedieron prescindir de muchas cosas menos de la tortura como arma. Y lo decíamos en relación al tipo de conflicto armado que sucedió en la Argentina hasta 1983, pero extendíamos eso a pensar la guerra de EEUU desatada -por lo menos visiblemente- desde septiembre de 2001 contra el terrorismo.

¿Cómo se combate a un enemigo invisible? Operando de manera total donde se hace visible. Y eso con la capacidad absoluta que tiene EEUU para que un sujeto atrapado sea vaciado de toda la información que tiene y permita reconstruir la trama terrorista que se combate. No es el dilema de torturar a alguien que sabe dónde está la bomba que va a explotar en una hora. No, se trata de que ese sujeto ayude a hacer visible al enemigo. Es una guerra continua, integral, contra las células dormidas, digamos.

Uno frente a Guantánamo, y también frente al “exceso” israelí, que son dos tipos de operaciones que ya cargan con la condena internacional, debe imaginar que no solamente se trata de advertir la capacidad absoluta del parque industrial militar (cuya inmensidad abona mucho a la teoría de que la guerra es el motor de la economía, etc.) y de los niveles de intervención mundial de la CÍA, enajenados de toda forma de control multilateral mínimo… también se trata de ver en “esos métodos” los únicos que aseguran la victoria. Como si el mundo pidiera que "libren mejor" esa guerra justa, negando la realidad de que no hay mejores ni otras formas de librarlo. El terrorismo engendra la violación de los Derechos Humanos, en parte, porque promueve la disolución del Estado que los viola. Una fatalidad.

EEUU e Israel no van a “perfeccionarse” para poder separar la paja del trigo. ¡El medio es el mensaje! Pero hablamos de dos cosas: de bombardeos sobre civiles y de tortura. O sea, del fin de dos “inocencias” que hacen a la modernidad: la inocencia de los niños, o sea, de quienes no son parte en el conflicto como mínimo, y la inocencia “hasta que se demuestre lo contrario”, sobre la que se monta cualquier aparato jurídico moderno cuando se juzga a alguien. Se mata a niños, se tortura a acusados de delitos. No hay garantías. Y frente a esta realidad es tentador preguntarse “¿y cómo actúan del otro lado?” (Insisto: admitiendo el carácter binario que el mundo intenta devolverse a sangre y fuego). ¿Cómo sería Hamas con el mismo poder que Israel? ¿Cuánto respetaría la vida de los niños israelíes?

Israel ayuda en la desproporción de lo que dice ser una “respuesta” a invertir el orden en donde Hamas se ubica como débil y heroica resistencia (amén de quienes sean capaces de hacer una autopsia sobre las ideas teocráticas del grupo). La fuerza descomunal lleva a pensar pragmáticamente que todos aquellos que bregan por procesos, digamos, de liberación, deberían tender al abandono total de las armas, de la lucha armada, del terreno militar, y migrar hacia la aceptación de las que dicen ser las reglas de juego occidentales, basadas en la democracia, la justicia y la libertad. Pero de nuevo: parece que no se trata de “opciones metodológicas”, desde ninguna de las perspectivas en pugna. Uno podría decir: ¿quiere eso Israel? Y no obstante subsiste la idea de que ambas posiciones, tanto la victoria interna de Hamas como el reposicionamiento político del gobierno de Israel en un clima preelectoral, se basan en exactamente lo que están haciendo en este momento. Es decir: en enfrentarse. La guerra no es la continuidad de la política, es una simple función de la política, según parece.

Intento decir que los Derechos Humanos son un discurso, sobre todo, contra la violencia. Contra la guerra. A mi entender, suponen la contingencia de hechos frente a algo que es trascendente, aunque suene peligroso, o casi genetista, que es la condición humana. Traduzco para mí que se trata de pensar que todo hombre tiene dos cosas: su particularidad histórica, política, y su universalidad. Esta traducción torpe que hago, me lleva a pensar que en realidad la mayor disputa política se da a través del concepto de DDHH, a través del cual se puede no sólo ampliar su significación (extenderla a aspectos “sociales”), sino que también debería ser la bandera decisiva bajo la que se ejercen las luchas de liberación.

Pero no se puede hacer las dos cosas a la vez. No se puede defender al niño palestino muerto, y bajo la superficie de ese emblema calentar la sangre guerrera de los vivos. Porque es como darle una suerte de utilidad política a estas vidas. Y si son inocentes, también lo son en ese sentido. ¿O son la sangre necesaria para la continuidad de la guerra? ¿Qué significa un niño muerto en estas condiciones? Algunas cosas, incluso la tendencia de las condenas a la ofensiva israelí, ayudan a pensar en términos de que la única salida política es la derrota definitiva de Hamas. Parece ser eso, así como están las cosas, lo único que permite pensar en que no habrá mas niños muertos. ¿De dónde es capaz de surgir un límite real a la capacidad militar de Israel que, a esta altura, no arrasa con todo porque no quiere?

La sangre inocente se afirma en la realidad dura de que el pueblo palestino es el escenario de la guerra. Ya ni siquiera es parte de la guerra. Es un escenario de carne humana donde se lucha y, profundamente, se libra una batalla de sentido. Israel es el Estado.

17 comentarios:

maiakovski dijo...

El problema no es un Estado contra los niños, el problema, la causa de la guerra, es si Palestina puede ser un Estado (con Hamas o con cualquier otro). Es un problema similar al de otra región tan caliente como el Medio Oriente, solo que los medios internacionales la enfrían: Rusia contra Chechenia. Los rusos dicen: no podemos tener fundamentalismo árabe a las puertas de nuestra casa en una región rica en recursos internacionales. Como aditamento, la misma retórica contra el terrorismo. Los chechenos dicen esto: como pueblo tenemos derecvho a la autodeterminación y si nos gobierna el fundamentalismo árabe es cosa nuestra y nuestros recursos también son cosa nuestra. Según la lógica de los nacvionalismos heredada del siglo XIX y que todavía nos gobierna (la Onu es la frutillita sobre el postre de ese nacionalismo: una falsa democracias de Estados- Nación)los chechenos y los palestinos tienen toda la razxón del mundo. Ahora bien, políticamente, según la lógica de la construcción de un nuevo orden mundial, ¿cuántos Estados se banca el orbe, cuántos Bancos Centrales, cuántos ejércitos?

Anónimo dijo...

No les llama la atención el silencio ruso, y de todos los que se hacen los malos y ahora arrugan?

Fede Vazquez dijo...

Desde este costado del planeta, pienso que puede sostenerse una posición que sea la defensa de los DDHH,en términos profundos, argetinos: existe un Estado que los está violando. Poco importa mirar el accionar de hamas o el del grupo que sea, en tanto NO SON ESTADO, y eso, por una desición pura y exclusiva del otro estado, Israel.
No sé si me estoy perdiendo algún matiz importante pero...en resumidas cuentas, Israel está bombardeando un campo de refugiados, refugiados por las acciones de ese propio estado.
no creo que haya que "calentar la sangre guerrera" pero si no tener mucho reparo en ubicar a Israel en el mismo lugar que Francia respecto de Argelia. O sea, una clara situación de colonialismo.

abrazo Martín.

maiakovski dijo...

Está bien indignarse y protestar, fede, pero es lo que se viene haciendo durante décadas y nunca sirvió para nada. Lo que se haga desde la Argentina desde los DDHH es lo mismo que lo que se haga desde Ruanda. La solución política es el reconocimiento de un Estado palestino por parte de la comunidad internacional e Israel, cosa que no está en el horizonte. Entonces, la solución es que otro estado le haga a Israel lo mismo que Isarel le hace a los palestinos. israel recibe decenas de millones de dólares anuales por parte de EEUU no solo como ayuda militar, sino para sostener su economía entera. Irán, el único páis que tiene la garra de decir "no queremos Estado de Israel", ni se acerca. Entonces, continúa el ejercito invisible contra el ejército visible: guerra sucia. De acá hasat que la China choque con Africa.

Anónimo dijo...

En la primera plana de un diario aparece la tipica (por repetida) foto de hombre palestino cargando pibe palestino sangrando o muerto. Al lado el anuncio de que los salarios europeos se verían recortados en un 15% en el primer semestre del 09. Estremecimiento moral y estremecimiento economico.
Lo cierto es que el Estado de Israel ademas de su propio juego sucio (al mundo le afecta bastante poco los metros exactos de territorio que se disputan, asi como el mundo conoce bastante poco de la explotacion de los palestinos por parte de los colonos) se encarga de hacer el juego sucio de occidente desde hace mas de 50 años y sigue haciendolo en su peor hora. Se trata del actor mas dificil de juzgar y condenar por el padecimiento historico del pueblo judio (que, sionismo aparte, no es el Estado de Israel) cumpliendo una de las tareas mas dificiles e inmorales del mundo occidental: controlar a cualquier precio una de las zonas mas significativas del planeta para la economia presente y futura del mundo del oeste. Lo que hace el Estado de Israel es, en terminos geopoliticos, NECESARIO para occidente (especialmente para los que hacen y reparten la torta), los excesos y pormenores son parte de un rompecabezas mucho mas complejo donde se cruzan politicas de estado, balanza economica, racismo y fundamentalismo religioso y, hasta si se quiere, una concesion de los Estados que manejan el planeta. Medio en resumen, el actor y su funcion ponen al hombre occidental en una contradiccion, que mas que contradiccion es un chantaje moral y una consideracion errada de hechos historicos donde un exterminio vendria a matizar la condena de otro, mientras en el medio lo que se juega es el control de recursos (y su posterior explotacion y comercializacion) por parte del mundo occidental, una entidad aparentemente racional y en definitiva crisis terminal. Los palestinos estan en la peor de las situaciones posibles, con sectores que sostienen una politica terrorista (que en terminos estrategicos se convierte a largo plazo en un padecimiento para el propio pueblo, siempre), con intereses vitales para el mundo occidental en disputa, enfrente de un Estado hambriento de tierra, mano de obra y extension de su legalidad.

Anónimo dijo...

Aca se pasa por alto que en Gaza, Hamas gano las elecciones limpiamente desplazando de las instituciones del casi estado a Al Fatah y que esas elecciones fueron desconocidas por Israel y por muchos arabes (entre ellos los historicos OLP que son "laicos")...
y muchos detalles mas que se nos escapan y que no permitiriamos que se le escapen a alguien que observa nuestra realidad desde lejos.

maiakovski dijo...

No mencioné lo de la victoria electoral de Hmas, no reconocida por casi nadie, porque pensé que aquí el dato era obvio. Muestra aún más ostensiblemente el porblema que marcaba antes. El intento de construcción de un nuevo orden mundial por parte del capitalismo occidental del cual Argentina forma parte servil implica un doble discurso permanente: algunas democracias sí, otras no; algunos terrorismos sí, otros no; algunos intervencionismos en la ecomnomñía propia o el territorio ajeno sí, otros no. La retórica que s utiliza para justificar esa construcción de un orden internacional "posible" o, lo mismo da, deseable, implica dosis de hipocresía mucho más altas que las que fueron necesarias después de 1945.

Anónimo dijo...

¿Vos no hacés lo mismo? ¿O no te parece bueno el terrorismo palestino?

maiakovski dijo...

No, Rabino, no hago lo mismo. A mí el terrorismo palestino no me parece ni bueno ni malo: me parece una exageración propagandística.

Martín dijo...

Lo que pasa Maiakovski es que ese principio de autodeterminación no sé si alguna vez funcionó con la pureza o autonomía que referís. Supongo que son relaciones de fuerza. ¿Por qué vamos a pensar que el mundo es un campo de fuerzas morales? ¿De derechos? Quizás vos invertís el orden. No va a existir en el corto plazo la realidad que planteás, y menos la va a haber a partir de la acción terrorista de Hamas, que es sólo funcional a la respuesta. No importa el orden, ni las conspiraciones, lo cierto es que NO VAN A GANAR LOS PALESTINOS POR LA FUERZA. PUNTO.

maiakovski dijo...

Si no van a llegar por la fuerza, ban a llegar por el diálogo? ¿Por el diálogo con quién, directamente con Estados Unidos? Porque hubo, si mal no recuerdo, algo llamado acuerdos de Oslo, firmados por la representación palestina, la OLP, y por el Esdtado de Israel, que Arafat vendió como un avance para su pueblo, Israel como una concesión a cambio de paz y que no fue ni una cosa ni la otra. ¿En qué contextio internacional te imaginás, Paniagua que Israel se va a sentar a negociar de buena fe con los palestinos, aunque su representación fuera un equivalente local a Binner?

Martín dijo...

Evidentemente no en un contexto como este, ¿o sí?. Se padece negociar la paz y la reconstrucción de infraestructura de la misma mano que destruye. Apunto a que no van a ganar una guerra por mas fuerza y legitimidad moral que reúnan. Yo te apunto esto: no llegarán por el diálogo, también es claro que no llegarán sin el diálogo.

Fede Vazquez dijo...

uy, se puso quenchi.
Ayer discutí con un conocido el tema del verano. Además este amigo es judio lo que le daba a la discusión un toque de pimienta importante. La lógica retórica me llevó, casi sin darme cuenta, a esta idea: sostener -como sostengo- que el estado de israel es el culpable de la situación de coloniaje pauperizado que viven los palestinos, termina en sostener -como terminé argumentando- que es Israel el que tiene la llave para solucionarlo. O sea, la política interna de israel, punto. Hamas no juega. Hamas es pura reacción química a la situación. y, descubrí un problema en el punto "judío": este amigo, justamente, lo que se esmeraba era en argumentar que NO era responsabilidad de Israel que los palestinos tuvieran Estado. ese es el punto ciego de la retórica israelí: los palestinos son sucios, desordenados, corruiptos, fanáticos, nos odian...respuesta: OK, hamas será la mierda que quieras, pero no es un estado, y no lo es porque vos no querés. Y si es un estado, al otro día que tiene un asiento en al ONU y juega un mundial, a la primera piedra que te tiren, vos, amparado en el derecho internacional lo podes barrer del mapa. Cuantos cohetes tira Iran, Siria, Egipto, Irak, etc sobre Israel? NINGUNO. porque...porque son Estados...no células terroristas y/o de resistencia

Fede Vazquez dijo...

me faltaba esto: entonces, la pregunta central es: porqué israel no quiere un Estado palestino? Por que prefiere mantener esta situación de guerra permanente? por tierra? imposible, porque los territorios palestinos no son ni serán plazas para niños judios, cuanto mucho lugar para practica de tiro de su ejercito. Será la maquinaria militar israelí y su consecuente pata política? Será (es mi favorita, aunque sin mucho archivo para bancar) que es Israel el estado mas fanático, fundamentalista y que basa su nacimiento, extensión y consolidación en parámetros teocráticos antes que realpolíticos?

Anónimo dijo...

Y de que depende la decisión de que sea un Estado?

Fede Vazquez dijo...

reconocer soberanía sobre un territorio, permitir el control de las fronteras de ese estado con el resto del mundo (hoy por hoy israel controla y negocia la frontera egipto-gaza)permitir el control aduanero, etc, etc. Israel sólo cedió a los palestinos lo que de todas maneras no podía controlar: la seguridad interna de los territorios. Retira al ejército y deja la población a cuidado de las "fuerzas palestinas", pero salvo este poder de coacción interno, el resto de los atributos de "estatidad" no existen.

Fede Vazquez dijo...

Anonimo: ese video no cambia una milésima el argumento que trato de mostrar. HAMAS no es un estado, por lo tanto esas frases conmovedoras dónde se pregunta ¿dónde esta la ONU? HAMAS viola la convención de la ONU y demás giladas no tienen ninguna base seria. Lo únicos que pueden violar convenciones de la ONU son los Estados....volvemos a lo mismo. Esa es la raíz por la que es imcomparable (no sólo en términos éticos y de fuerza, sino jurídicos) el accionar de Israel y el de HAMAS o AL FATAH.
Además, muy connovedor el video y la musiquita, seguro que el video del servicio militar obligatorio de 3 años para los jovencitos israelíes de 18 años en adelante es un canto a la vida.