miércoles, agosto 29, 2007

Génesis

En el principio fue el oficio, fue la mano creadora, su luz en el barro.
En el principio fue el soldador, para fijar la carne a la tierra.
En el principio fue el dentista para fijar bien el diente a la carne.
En el principio fue el plomero para que el agua corra, y después el agua,
los lagos, la aguada. El mar.
En el principio fue el gasista para que el fuego se contenga y no dilate
sus fronteras de aire quemado en el agua.
En el principio, cada uno de los días. ¿Y mi oficio? Nada.
Al séptimo día todos durmieron.

martes, agosto 28, 2007

+ poemas del Orden Democrático

Mandela,
Mandela,
Mandela.

"En la democracia, gobierno del pueblo, sólo se hace política como
parte de una facción interna del partido oficial" Santiago Llach
Poema de guerra

Dar cristiana sepultura
a los restos del acusado,
que sólo serán
restituidos
a sus familiares cuando
al Pueblo Argentino
le sean devueltos
los restos de su querida
compañera Evita.
Yrigoyen Perón Frondizi...

viernes, agosto 24, 2007

Toda realidad desconocida trama su venganza

Durante el Imperio Romano, dos mil años atrás, el César ordenó que el uso del Coliseo fuese para grandes espectáculos, promoviendo la distracción y diversión del pueblo. Uno de esos ‘espectáculos’ fue el feroz aniquilamiento de los primeros cristianos que eran llevados al Coliseo, en cumplimiento de una persecución –llena de odios y venganzas– que los entregaba a los leones para una cacería humana, mientras una parte del pueblo con su emperador presente gozaban del ‘espectáculo’.

Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas

¿Y si ya fue y no se hacen las elecciones y se da por ganada la fórmula y ya? Tengo sólo un argumento materialmente anti-político: el gasto público que toda elección genera, el gasto negro, "militante", cuya raíz es también pública, che, o te creés que Capaccioli saca de su bolsillo el jornal de un fiscal, en fin. Porque, seamos sinceros, no hay ganas, las elecciones graduales provincia por provincia mas que mojones de una excitación nacional parecen volver previsibles varias cosas pero, sobre todo, montan un escenario crudo y sin mito.

3 ejes: 1) tenemos un federalismo de mierda por diversas razones pero que hace que la única provincia relevante sea la de Rosas, donde también "ya ganó" el nuestro; 2) lo local y regional, las "liguillas", ya consumieron la energía social electoral, y encima la de Capital terminó siendo (por el lugar de Macri) la que funcionó decididamente como plaza pública (recordemos que la anterior se "jugó" en el Conurbano); 3) que la liga de intendentes sale mas reforzada y Kirchner acaba su mandato sin su Sabatella propio; etc.

Habría que hacerse el boludo, mirar para otro lado, y decir: listo, Cristina, ganaste, te votamos, por lo impresentable y anti-patria del resto.
Y dejar para lo que queda del día, del año, del camino las lecciones aprendidas: 1) Carrió comprende que lo "pre-político" es una burbuja especular de lo pre-histórico o que si mi amigo es amigo de mis enemigos entonces podrá seguir siendo mi amigo pero nunca mi aliado; 2) López Murphy comprende que todo liberal es apolítico, o, aliado de un peronista de derecha, o sea, "que vuelva un Carlos" para que tus ideas tengan suerte otra vez en las armas de la crítica y el voto; 3) Macri comprende que mas que sacarse fotos con piantavotos hay que gestionar y esperar qué depara en su vida y en la de Scioli (los dos tipos con mas futuro electoral de la "argentina que viene"); 4) Lavagna comprende que ser el candidato de las ortodoxias partidarias ahí, en la raíz desarrollista donde podrían anudarse las dos tradiciones, es una excelente opción en un país pensado por la candorosa ingeniería política y la arbitrariedad moral de un Félix Luna.

Gracias a Dios Cristina ya ganó, aunque eso no excite a nadie.

jueves, agosto 23, 2007

Polvo de estrellas

Esta verdadera "ensalada rusa"...



Encuesta: ¿los delirios de derecha son mas pelotudos que los delirios de izquierda?

Yo creo que sí.



22 de agosto - el loco terrorista

El evangelio según Alejandro Rubio

La Iglesia ama la pobreza porque es cristiana, es decir, es la cualidad de los esclavos.

La Iglesia ama la esclavitud porque la libertad es atea. Por una perversa torción moderna de la idea del respeto a la "diversidad cultural", es decir, la diversidad en el error, la pobreza extrema se convierte en una identidad, tan respetable y valiosa como la identidad del vecino de Olivos. No se propone sin embargo que el vecino de Olivos deje su porpiedad, que también es cristiana, y se vaya a vivir a la villa a aprender valores humanos como la solidaridad y la celebración religiosa, porque eso sería no "respetar su identidad cultural".

Ya no somos una nación moderna, es decir, universalista y uniformadora: somos un mosaico de identidades culturales a ser defendidas y respetadas. Que se respete al villero cristiano que le pega a su mujer. Que se respete al burgués que pasa sus vacaciones en Europa. Que se respete al policía que protege al burgués y explota al villero o lo protege en segundo término.

Todos somos hijos de Dios: esa es la clave del conservadurismo social eclesiástico.

Jamás la vi expuesta tan hipócrita y relamidamente como en este texto.

jueves, agosto 16, 2007

Ciudad de Dios

Reflexiones sobre la urbanización y el respeto por la cultura villera

Vivir en la villa hace que los sacerdotes del equipo para villas de emergencia tengamos una mirada particular de esta realidad, que difiere la mayoría de las veces de la observación que pueda tener alguien que viene de afuera de la villa, ya sea un profesional o alguien vinculado a la actividad política.
Vivir en la villa nos hace comprender, entender y valorar la vida en ella de manera distinta a lo que se escucha habitualmente en el periodismo amarillo, que parece sugerir que las villas son las causantes de la mayoría de los problemas de nuestra querida Buenos Aires.

En estas reflexiones queremos acercar una mirada positiva de la cultura que se da en la villa, ya que para nosotros es una gracia de Dios vivir en ella. No ignoramos los delicados problemas que los vecinos vivimos en la villa: la violencia familiar, los abusos, el consumo de drogas, sólo por nombrar algunos; aunque estos y otros están también presentes en el resto de la ciudad de forma menos expuesta, o más maquillada. Como sacerdotes intentamos humildemente mirar de frente los problemas, verlos con el corazón y comprometernos con las manos en su resolución. Sin embargo, para nosotros la villa no es un lugar sólo para ayudar, es más bien el ámbito que nos enseña una vida más humana, y por consiguiente más cristiana. Valoramos la cultura que se da en la villa, que surge del encuentro de los valores más nobles y propios del interior del país o de los países vecinos, con la realidad urbana.

La cultura villera no es otra cosa que la rica cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el cristianismo popular que nace de la primera evangelización; el pueblo siempre lo vivió como propio, con autonomía y siempre desde su vida de cada día. Es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos. Cuando el pueblo que vive en la villa celebra, celebra la vida, la vida natural, pero como es cristiano por su fe sabe que esa vida culmina, se plenifica en la Vida de Dios. Cuando por ejemplo celebra a la Virgen (Luján, Caacupé, Copacabana, etc.) en esas fiestas pone en juego valores como la fraternidad, la solidaridad y la paz, ya que es la Madre de todos, la que nos convoca y en este tipo de fiestas fortalece el tejido social. El pueblo que celebra en la villa celebra la vida, porque se organiza en torno a ella, anhela y lucha por una vida más digna. Y, en este sentido, la cultura villera tiene un modo propio de concebir y utilizar el espacio público. Así la calle es extensión natural del propio hogar, no simplemente lugar de tránsito, sino el lugar dónde generar vínculos con los vecinos, dónde encontrar la posibilidad de expresarse, el lugar de la celebración popular.
La cultura de la villa tiene características muy positivas, que son un aporte para el tiempo que nos toca vivir, se expresa en valores como la solidaridad; dar la vida por otro; preferir el nacimiento a la muerte; dar un entierro cristiano a sus muertos; cuidar del enfermo, ofrecer un lugar para el enfermo en la propia casa; compartir el pan con el hambriento: “donde comen 10 comen 12”; la paciencia y la fortaleza frente a las grandes adversidades, etc. Valores que se sustentan en que la medida de cada ser humano es Dios, y no el dinero.

La cultura villera señala valores evangélicos muy olvidados por la sociedad liberal de la ciudad. Sociedad liberal que se organiza y hace fiesta en torno al poder y a la riqueza, y que es expresión de ideologías de derecha a izquierda.

Por eso, ante el planteo de “urbanización” de las villas -planteo que preferimos al de “erradicación” la cual nos recuerda las topadoras- nos preguntamos qué significa. Porque, ¡Atentos! Si urbanización significa que la cultura porteña invada con su vanidad la cultura villera pensando que progreso es darle a los 'villeros' todo lo que necesitan para ser una "sociedad civilizada", no estamos de acuerdo. ¿Por qué pensar que el cambio de apariencias -cambio de una casa de ladrillo y chapa hecha por el esfuerzo del villero por otra casa del Instituto de la Vivienda de varios pisos- es ya un progreso?; en este caso, ¿urbanización no será más bien otra cosa que aprolijar la villa para que el resto de la ciudad no chille y dejarla conforme?; ¿cuando se piensa en urbanizar, se piensa solamente en hacer casas que estén pintadas?, ¿acaso no hay sobrados ejemplos de barrios que cambiaron su fisonomía y su realidad es peor que la vivida hace tiempo? Pensamos que la palabra urbanizar es unilateral, se da desde el poder –no necesariamente con mala intención- y muestra una desvalorización de la cultura de la villa. Creemos que la ciudad piensa que debe eliminar la villa y que desconoce su cultura popular multifacética. El planteo de urbanización debe ser respetuoso de una “auténtica cultura” como es la villera y no querer barnizarla, o lo que es más grave aún borrarla de un plumazo.

No creemos en esta urbanización, más bien creemos en un encuentro de culturas que conviven, aprenden, comparten. ¿Acaso no sería bueno que el resto de los barrios porteños conozcan y valoren las vivencias y creencias de los villeros? Si la ciudad no quiere “colonizar” la villa deberá tener un corazón humilde capaz de escuchar la palabra de inmensas barriadas que tienen mucho para decir.

La excesiva mediatización del gobierno y organismos a través de los punteros barriales ha sido a lo largo de los años uno de los factores del gran desconocimiento de la villa y de su cultura.
A algunos que quizás comenzaron como representantes de su barrio los han convertido en representantes remunerados de otros intereses, la referencia de lo que es la villa quedó en manos de este puñado serviles alsistema. Por eso, son pocos los que desde los estamentos del gobierno u organizaciones conocen y valoran la cultura villera.

¿Que elementos entonces debería contemplar este encuentro de culturas donde urbanizar no sea colonizar, sino más bien una integración de culturas que dialogan y aprenden entre sí dando lo más positivo que tienen?

¿Acaso urbanizar no sería más bien crear situaciones positivas donde se den las mismas posibilidades a los que viven en la villa que a los que viven en Belgrano o cualquier otro lugar de la ciudad? ¿No será urbanizar garantizar el acceso escolar para todos los niños y jóvenes de las villas, o que cuando se inauguren las salitas de salud cuenten con lo mínimo indispensable como son las cloacas?

¿No será urbanizar el día que los médicos, sacerdotes, abogados, profesores o capataces surjan de las villas para que imbuidos de la solidaridad de la cultura villera pongan su vida al servicio de su barrio, de la ciudad, del país? Más que *urbanizar* nos gusta hablar de *integración urbana*, esto es, respetar la idiosincrasia de los pueblos, sus costumbres, su modo de construir, su ingenio para aprovechar tiempo y espacio, respetar su lugar, que tiene su propia historia.
Sin duda debe haber un camino de mejoramiento de la calidad de vida en las villas -fue y es una preocupación de este equipo- pero es fundamental en este camino poner el oído en el corazón del villero para que las posibles soluciones no provengan de oficinas donde trabajan técnicos que ignoran larealidad, y que en lugar de mejorarla la empeoran. Sirvan de ejemplo esos planes que se bajan indiscriminadamente, y que en vez de incentivar el estudio facilitan que el chico deje la escuela para cobrarlos, o que la motivación para hacer una actividad deportiva vaya detrás de un plan.

Este tipo de asistencialismo -o habría que decir clientelismo- perpetúa la dependencia mental y atrofia la capacidad de los asistidos para convertirse en ciudadanos responsables de su futuro. Por lo tanto, entendemos que lo positivo de la “urbanización” es una preocupación del resto de la ciudad para con la villa, tratando de darle una mejor calidad de vida, pero a nuestro entender, así sin más sería no valorar y tener presente lo que la villa puede aportar al resto de la ciudad.

Para nosotros la “integración urbana” sería el camino que debería recorrerse en la Ciudad de Buenos Aires.

Rodolfo Ricciardelli, Enrique Evangelista y Adolfo Benassi de la Villa1-11-14.
José María Di Paola, Carlos Olivero y Nibaldo Leal de la Villa 21-24 y N.H.T. Zabaleta.
Sebastián Sury y Walter Medina de la Villa 15.
Guillermo Torre y Marcelo Mirabelli de la Villa 31.
Gustavo Carrara y Martín De Chiara de la Villa 3 y del Barrio RamónCarrillo.
Sergio Serrese de la Villa 19.
Jorge Tome y Franco Punturo de la Villa 20.

martes, agosto 14, 2007

Color Humano y Aquelarre o la verdadera cantata montonera


Edelmiro, Emilio, caídos
del árbol de almendras,
la voz de Edelmiro
("La casa del poder está temblando"),
tumba todas las tesis Grimberianas
para tranquilizar mamás vegetarianas,
mamás que esperan hasta las 3,
4, que llegue el hijo embarrado
del mercado,
de la guerra,
del asado...
(a Horacio Fiebelkorn)

R G

Un perro en la cámara.

sábado, agosto 11, 2007

Poesía del orden democrático

Braudel sueña en la fiebre de la arcilla
Somos mágicos.
Somos celestes.
Mariposas en el río de las corrupciones.
Y entrismo en todos los oficialismos.

domingo, agosto 05, 2007

Lo que fuimos, lo que somos, lo que seremos...

Es extraño, Cristina mas que un leve giro de derecha (ay, pacto social) puede ser una nueva proximidad entre el discurso y los hechos. Inflación no tan dolorosa como la del bolsillo, pero. Acercar las palabras a los hechos, en los hechos, podría arrancar con un largo, laaaargo, reportaje, no a Perfil (aunque Fontevecchia es, a esta altura, uno de los mejores entrevistadores), sí a La Nación, que aunque sea muletilla es: el mejor diario argentino.

Ya se vive la salida y superación de la crisis con fastidio (la clase media, piensan los ilusos, eleva el reclamo social a los aspectos republicanos cuando llena sus bolsillos). Lo que nos permite decir que Kirchnerismo fue un ensayo torpe de "piquete y cacerola/ la lucha es una sola"... Y no está demás dar por terminada esa etapa, volver a la gélida actitud de que la democracia del orden es vida en disputa atomizada de las partes, y que, con viento del mundo a favor, si el primer gobierno fue para el Pueblo (mmm, cuántas dudas cuando uno mira por la ventanilla), este segundo ofrecerá con Cristina el mismo viento, sí, y la "crispación" institucional que hará del país sojero un paraíso de lo previsible. Lo único articulado es el Estado, eso, eso.

¿Crisis? ¿Qué crisis? Si los dos ejes dramáticos de la Oposición resultan: 1) el déficit republicano (con Cristina tenemos fortalecido ese frente); 2) el eslogan lavagnista de que "hay que pasar del crecimiento al desarrollo", que en criollo es: enfriar la economía, para la pelota, ponerse el largavista, mirar el largo plazo de un mundo que ya no lo tiene; podemos decir: hay kirchnerismo para rato. Lo de que todos los problemas (energéticos, inflación) nacen de la misma raíz (un crecimiento sostenido artificialmente, bla, bla) habla de una especie de amor coyuntural como los de verano, cuando alguien va de la mano de la chica o chico por las playas de Gesell, pero recibe el mensajito de texto de la oposición que le tira: no es amor, es calentura. La convertibilidad (claro artificio) también se sostuvo con híper-realismo (o sea: ¿sueño o realidad, ay, ficciones de lo real?), y se salió de ella con golpe, ok, mejor así (hubo que cerrar los ojos, taparse los oídos, apagar la luz), porque nadie habló en su momento (el '99?) de tocar a la virgen esa, negra, del 1 a 1, la del aura de un capitalismo popular de mercado. Lo mismo esta oposición, pero al revés: el gobierno hace crecer la economía a costa del desarrollo, hay que crecer menos para desarrollarnos, cumplir la dieta, desnutrirse un poco, pero para que esto sea para siempre.

No me importa la realidad económica, el dato duro, de esto me importa que la economía hace de los actores políticos el ridículo de simples "hablados" por intereses objetivos. Carrió dice, escribe: "dejemos en paz el campo". Kirchner, ella y él, dicen: dejemos en paz el campo popular (esa mierda extorsiva de las "orgas"), retomemos la senda institucional (es el pejota, estúpido!), y, qué paradójico, Cristina aparenta modos menos peronistas pero para recostarse mejor, y mas suavemente, como lo delata el latido debajo de la lírica de Horacio, en las entrañas nobles del Partido Peronista. Seguir como se sigue, pero, con el soporte institucional del Partido. Aguante Kirchner la concha de tu madre.

Horacio: qué descuido, que analogía destemplada. Pero el verdadero patetismo pasa -si aceptamos por un rato la analogía igual- por el hecho de que ese lugar lo ocupan hoy Aguinis, Sebreli, Fernando Iglesias, y demás garpos de La Embajada.

Borges, Bioy, lo hacían gratis, con humor, merecían el Nobel, y encima sonaban tiros de verdad. Porque por mas peronistas que sean todos, che, el peronismo no fue sopa.

Pero algo mas: qué forma mas sutil, mas capilar, mas microfísica de ser antiperonista (e igual de "ilustrada") que fueron los montoneros. Ya vas a empezar a decirlo.

En el fondo.

jueves, agosto 02, 2007

La tierra para quien la trabaja

¿Está bien desde
la perspectiva objetiva
de La Clase
el otorgamiento
de la personería gremial
de la CTA?

Un amigo me sopló al oído: en el actual esquema de negociación salarial, a esta altura, quienes lo deben plantear con mas fuerza son: la misma Central, y, la patronal.

Por mérito histórico, sí, se la merece.

Pero, ¿está bien partir en dos la herramienta gremial? Siempre hubo que CGTA, que CGT Brasil, que CGT 25, aunque preservando la sigla, ¿no?, lo que era preservar el "mito originario". No obstante, la JTP fue el error objetivo mas elocuente de los montoneros. Claro, menos evidente que el pase a la clandestinidad, pero, mucho mas preciso en cuanto a ubicar la raíz ideológica montonera en relación al peronismo histórico. Digo: lo que al final intuyó Walsh.

Mi opinión hasta ahora es:
1) es cierto que podría debilitar la unidad en la negociación (pero es una fantasía que la cola de las federaciones de la CTA se meta de verdad entre las ramitas del nuevo árbol de la producción nacional);
2) es cierto que habiendo dos fracciones muy precisas aún dentro de la CGT (estamos con Moyano, qué duda cabe) terminaría quizás de precipitar la unión de las dos partes cegeteístas contra el fantasma rojo;
3) en cuanto el peso específico de la CTA pasa por el Estado, o sea que no entorpece el marco de negociación en ramas "sensibles" como la construcción, etc.;
4) creo que es positivo que sí se la den, y que sí se la den si la foto de Yasky con Moyano no es una estática imagen de protocolo o internismo mutuo, sino, el viejo camino perdido allá, hace taaanto, en la vieja Marcha Federal.

Pero es un sueño en voz alta.